¿Cómo podemos crear un clima de innovación y emprendimiento dentro de burocracias convencionales?
Dos empresas que aconsejamos nos han pedido que les ayudemos a crear mayor capacidad emprendedora entre sus ejecutivos. El reto es mayúsculo.
En 1985, después de varios años de estar asesorando empresarios en temas de crecimiento, iniciamos formalmente CEDEM. Casi al mismo tiempo, Guiford Pinchot publicó su libro Intrapreneuring, y nos compartió sus experiencias asesorando emprendedores corporativos internos. Su término intraempresario apenas si ha prevalecido, pero sus conceptos ahora parecen más actuales que nunca, 35 años después.
Muchas grandes y medianas empresas han intentado atraer, desarrollar y retener emprendedores que hagan realidad nuevas avenidas de generación de valor, pero la verdad es que la mayoría fallan en lo más elemental. No logran recrear el espacio de autonomía que los emprendedores necesitan. Guiford habló desde entonces de los factores de libertad que pueden favorecer su desarrollo dentro de las paredes de una corporación. Los comento.
Autonombramiento
Los emprendedores se definen a si mismos a jugar su rol. Muchas empresas ilusas intentan inocentemente definir el perfil del puesto y contratarlos. Eso rara vez funcionará.
No transferencias
En ocasiones hemos visto organizaciones donde pretenden que el emprendedor entregue la responsabilidad de dirigir el nuevo negocio a un colega o equipo “más preparado”, antes de haber terminado de validar la fórmula de negocio. Emprender no es solo concebir la idea, ponerla en práctica demanda un riguroso proceso de validación.
Autonomía decisoria
Es común que las empresas más maduras busquen someter las decisiones del nuevo proyecto al mismo proceso de análisis jerárquico que las decisiones operacionales comunes. Esto le resta agilidad al proceso creativo de prueba y error. Las burocracias corporativas nunca serán buenos espacios de emprendimiento.
Disposición de recursos
Los emprendedores, una vez que han conseguido fondos de los inversionistas, aplican su criterio con su equipo para asignar su utilización. El tener que pasar por firmas y aprobaciones pocas veces añade valor y siempre desanima y hace perder el tiempo.
Porcentaje de bateo
La filosofía institucional de la mayoría de las empresas exige que los proyectos se justifiquen una y otra vez con estudios y “datos” que los sustenten. Los emprendedores si que buscan informarse para tomar decisiones, pero también confían en su intuición. Es mejor hacer muchos intentos, aunque la mayoría fallen, para propiciar que surjan los grandes negocios.
Tolerancia al fracaso
Las innovaciones jamás podrán ocurrir sin asumir riesgos y sin cometer errores. A veces hasta los grandes éxitos se dan después de grandes altibajos y dificultades.
Inversiones pacientes
Los frutos de la innovación toman tiempo, y en las organizaciones lo medimos en trimestres y en años. El timing es diferente, y cuando se trata de emprender hemos de pensar en el largo plazo.
Liberarse de la turbidez
La innovación puede ser bloqueada por agendas e intereses personales, ocultos o declarados. El celo y la envidia pueden convertirse en grandes obstáculos de los nuevos proyectos.
Equipos multidisciplinarios
La innovación no suele requerir de la participación de tanta gente de la empresa. Pequeños equipos de distintas especialidades y áreas de la organización son capaces de manejar la mayoría de los problemas de los proyectos nuevos, si les dan plena responsabilidad de desarrollarlos.
Opciones múltiples
Los emprendedores disponen siempre de distintas alternativas para cada cosa que hacen, ya sea diseñar, producir, comprar, vender, medir. En las compañías es común que se vean forzados a tomar un único proveedor de diversas cosas, lo que les resta poder de negociación y de exigencia de resultados.
El desafío de esas dos empresas es inmenso. Crear el necesario espacio de autonomía para cultivar la capacidad emprendedora implica trabajar en muchos frentes complicados. Si no tenemos conciencia de ellos y no actuamos en consecuencia los emprendedores se frustrarán, y probablemente terminarán en otro lado.
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Carlos A. Dumois es Presidente y Consultor de CEDEM.
“Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.
