Hay principios que facilitan el trabajo creativo en los equipos de trabajo innovadores.
Los líderes a veces no logramos transmitir a nuestros colaboradores lo que esperamos de ellos, por nuestras fallas de comunicación, por nuestra falta de paciencia, o por nuestro mal ejemplo.
Sabemos que contamos con el talento para resolver los problemas, y con la creatividad para desarrollar nuevas ideas de negocio, pero no somos capaces de conjugar esas capacidades personales de una forma sinérgica para pensar juntos con efectividad.
Esto se convierte en un freno en muchas organizaciones. Sus equipos de trabajo no funcionan como tales y pierden mucha energía en su dinámica de manejo de reuniones: demasiadas bromas, desgaste en discusiones estériles, dificultad para saber escucharse, desperdicio de buenas ideas, temor de participar, etc.
Además de tener muy claro el objetivo de lo que estamos queriendo resolver o desarrollar, la compañía IDEO, líder mundial en diseño de productos, ha definido una serie de criterios para el manejo de reuniones creativas capaces de producir innovaciones potentes.
El propósito no es la idea perfecta, sino muchas ideas compartidas con apertura y espíritu de colaboración. Lo que menos queremos es alguien que mate las propuestas de los demás y pretenda tener una solución completa. Esto destruye la creatividad y genera en el grupo una mentalidad crítica. Comparto y comento los criterios.
Estimule idea atrevidas. Busque que su gente piense y aporte posibilidades que rebasan los límites actuales, provoque la visualización de locuras y de caminos diferentes a los ya conocidos. Insista en que no se preocupen por decir algo inoperante, inviable o hasta temeraria.
Difiera el juicio. No permita que se evalúen las propuestas al darse a conocer. Nunca sabemos de dónde surgirá una gran idea. La clave es que todos propongan sin límites esperando que los demás acogerán sus planteamientos y construirán sobre ellos. Juzgar las ideas al compartirse frena la capacidad creativa.
Construyan con las ideas de los demás. Ninguna idea nace perfecta, todas ameritan ser pulidas y completadas. Extraigan lo positivo de cada planteamiento. Traten de no iniciar sus comentarios con la palabra pero. Es mejor empezar con palabras como y también, o además. A veces cuesta trabajo ser positivo, pero sí que podemos aprender a hacer costumbre.
Manténganse enfocados en cada tema. Cada idea vale la pena ser explorada. Para ello es crucial agotarla antes de dejarla abandonada. Es importante no salirse del punto. Si abandonan un tema por el afán de compartir otra idea, pueden perder lo que estaban empezando a construir. Lleguen hasta el final de cada uno de ellos antes de pasar al siguiente.
Una sola conversación a la vez. El equipo tiene más posibilidades de construir sobre cada idea y crear caminos realmente novedosos si todos prestan plena atención a quien está participando, si todos llevan el hilo del tema iniciado que todavía está vigente. Si dos personas hablan a la vez no pueden escucharse entre si.
Trabajen visualmente. En sesiones de tormentas de ideas es valioso escribir en Post-its y pegarlos en la pared cuando sea prudente hacerlo. Nada puede detonar el pensamiento compartido con mayor agilidad que visualizar lo que cada uno plantea. No importa que no quede bonito o con faltas de ortografía, es mejor pintarlo y ponerlo en la pared.
Vayan por la cantidad. No se limiten en el total de ideas compartidas y presentadas. Procuren que el número de ideas sea tan grande como sea posible. Revisen juntos las ideas con dinamismo y velocidad y construyan con las que les parezcan mejores.
Son incalculables las posibilidades creativas cuando trabajamos como un equipo de verdad. Para ello tenemos que tener claro el propósito que perseguimos y aprender a aplicar estos siete principios: estimular ideas atrevidas, diferir el juicio y construir con las ideas de los demás, mantenernos enfocados en una sola conversación a la vez, trabajar visualmente y abrirnos a una gran cantidad de propuestas.
Estoy seguro que podemos mejorar nuestro trabajo en equipo.
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Carlos A. Dumois es Presidente y Consultor de CEDEM.
“Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.
