Las empresas exitosas buscan renovarse con ahínco. ¿Dónde está la clave?
Después de más de tres años de no haber intervenido en su organización, este empresario español volvió a pedirnos que le ayudáramos. Como es usual, le hice una serie de preguntas para actualizarme en el momento que vive hoy su grupo. Me sorprendió que la pandemia no detuvo su crecimiento. Han incrementado el número de plantas industriales para llegar a 14, con oficinas comerciales en más de 20 países del mundo, cubriendo Europa, América y Asia.
Me tocó vivir una época de muchos cambios en esta organización. Varias firmas de consultoría participamos en procesos de transformación de esta empresa para inducirla a evolucionar de una compañía local de manufactura en España hasta convertirse en un competidor mediano de gran relevancia en los mercados globales.
Entre todos trabajamos durante años en sus sistema de gobierno corporativo, en el desarrollo de un equipo ejecutivo de nivel internacional, en la transformación de sus prácticas de Gestión del Talento, en el desarrollo tecnológico de sus productos y procesos. Bueno, ¿qué no hicimos para modernizar y hacer competitiva a esta empresa?
Entonces le pregunté al empresario, “¿y ahora que necesidades u oportunidades ves?, ¿qué aspectos de la organización quieres transformar esta vez?” Me dice, “quiero que vuelvas a asistir a una reunión del Comité de Innovación de nuestro Consejo por favor”. Con enorme gusto participé, y me causó enorme alegría volver a escuchar a amigos muy talentosos y creativos narrando los avances y retos en sus proyectos.
Después de esto me preguntó el empresario: “¿qué observaste?”. Le hice una serie de comentarios positivos sobre lo que me tocó presenciar. Al final añadí: “La verdad, veo que siguen muy ligados a la operación del core business. Casi todos los proyectos terminan siendo de Mejora Continua relacionados con los mismos modelos de negocio que han sido la fuente de creación de valor del grupo desde hace muchos años. No ví nada disruptivo, nada diferente a lo que ya existe, no están corriendo riesgos de manera atrevida.”
Esto ocurre casi siempre que un competidor bien posicionado en un determinado sector sigue creciendo y generando ganancias interesantes. Le pregunté al empresario: “¿qué están haciendo con tantas utilidades?” Me contestó: “Repartiendo dividendos”
Es difícil innovar cuando los modelos de negocio vigentes se enfrentan aún con mercados fértiles, cuando la rentabilidad se sostiene por años y años, cuando estamos parados sobre tan buenos negocios.
Llegó entonces la pregunta que me esperaba. “¿Y por qué nos sucede eso si hemos invertido tanto en innovación, en desarrollo de líderes, en transformación digital?” Tragué saliva, pero tuve que expresar la realidad como la había percibido.
“Lo que no ha cambiado es tu estilo de mando. Tú sigues muy metido en la operación, y tus altos directivos también. Tres veces durante la reunión del comité se plantearon ideas más novedosas, un poco diferentes. Tú mismo las mataste, y cuando no lo hiciste tú lo hicieron los miembros de la familia que más poder tienen en la empresa.”
“Eso no ha cambiado. Tú intervienes en infinidad de decisiones operativas que no te corresponden, ellos también. Con su fuerza matan ideas que podría valer la pena explorar. Pero sus paradigmas de éxito son tan poderosos que no dan espacio al disenso, al riesgo, a la exploración fuera de lo conocido.”
“Aún sigues con tu liderazgo centrado en tareas y pendientes. La mayor parte del intercambio con tu gente clave se centra en las cosas que ellos tienen que hacer. Ese no es el liderazgo que la organización requiere para evolucionar. Hay poco espacio para el trabajo visionario creativo, falta disposición al riesgo, es débil la querencia para crear valor en otras canchas.”
Las organizaciones pueden evolucionar. Podemos aprender a gestionar con herramientas actuales y poderosas. Pero la trasformación cultural demanda un liderazgo renovado que centre su rol en crear el futuro, que se anime a analizar ideas atrevidas, que invite a plantear ideas deferentes. Eso tal vez no ha cambiado, y sin ese cambio la creación de valor durará mientras este core business siga vigente.
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Carlos A. Dumois es Presidente y Consultor de CEDEM.
“Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.