ENFOQUE FILÁNTRÓPICO

Carlos A. Dumois.


También nuestras actividades sin fines de lucro pueden dispersarse.

Recientemente me invitaron a participar en el Consejo de una fundación privada. Es un esfuerzo de varias familias mexicanas a combinar recursos y talentos para lograr un mayor impacto social entre todos.

El año pasado contrataron a una directora general común para que maneje las aportaciones benefactoras de los distintos grupos. Ella realizó un diagnóstico muy bien conducido y me han presentado sus conclusiones.

La primera reunión fue muy cordial, y tal vez muy breve. La presentación la hizo la directora con su equipo, muy profesional, y la sintetizaron en unas pocas láminas. La verdad es que se trata de un conjunto de fundaciones familiares más un primer intento de conformar una fundación empresarial.

“¿Cuáles son tus primeras impresiones?”, me dijo el empresario que me invitó. Le dije que admiraba y respetaba la labor que estaban haciendo, y le di mi punto de vista.

“Tal vez el proyecto conjunto hoy presenta un alto grado de dispersión, muchas causas, demasiados propósitos y decisores, relativamente poco impacto. Parece que habrá que dialogar y negociar mucho para concentrar esfuerzos. Necesitamos definir la estrategia de enfoque filantrópico.”

Mi comentario probablemente fue un tanto imprudente y rudo. La verdad es que sí que están en este grupo haciendo un trabajo serio para lograr algo trascendente. El equipo de profesionales que han integrado es de clase mundial.

Inmediatamente me cuestionó uno de estos profesionales: ¿Qué entiendes por enfocarse en nuestro caso?, ¿qué quieres decir con dispersión?, ¿a qué te refieres con impacto y cómo se mediría?

Bueno, las preguntas me parecieron pertinentes y adecuadas. No sé si también reflejan una natural reacción a mis agrios comentarios. Traté de responderlas.

Concentrarse es atender cada oportunidad como si fuera la única, dedicando los mejores recursos a las mejores oportunidades y abandonando el resto. Todas las organizaciones tienden de forma natural a dispersarse, es decir, a atender más oportunidades de las que pueden cubrir a cabalidad.

En los negocios demasiados mercados, clientes, productos, fórmulas de negocio, prioridades. En las actividades de servicio social demasiadas causas, propósitos, receptores de donaciones.

Enfocarse es definir los caminos de concentración, elegir los campos de oportunidad en los que vamos a especializarnos, escoger en qué vamos a ser excelentes, líderes, y para quién. Por el contrario, desenfoque es el proceso dispersante de tratar de manera similar a todas nuestras oportunidades, como si todas fuesen iguales, y en ninguna tener un desempeño sobresaliente. 

En los negocios, el impacto final de la concentración y el enfoque se mide en términos de creación de valor. En las actividades sin fines de lucro, el valor es más complicado de medir. ¿Cómo medimos si crea mayor valor social la Cruz Roja, Greenpeace o Médicos sin Fronteras?, ¿cómo medimos nuestro rendimiento en cada una de nuestras iniciativas sociales o humanitarias?

Nos esforzamos mucho en los negocios en desarrollar estrategias competitivas ganadoras para conquistar un lugar privilegiado en el mercado y para optimizar nuestros caminos de crecimiento. Luchamos por maximizar el buen uso de nuestros recursos y perseguimos el liderazgo y la rentabilidad. Todo esto lo medimos y evaluamos en nuestros órganos de gobierno y lo plasmamos en nuestra visión de futuro con nuestra organización.

El costo de oportunidad en los negocios es complejo de medir, pero al final de cuentas podemos comparar lo que creamos contra nuestro costo de capital o contra lo que crearon de valor los líderes del mercado.

¿Por qué no somos igualmente exigentes con nuestras actividades filantrópicas? En general tendemos a creer que si estamos donando a buenas obras y manejándolo profesionalmente, ya estamos cumpliendo. Nadie nos evalúa si estamos haciendo lo mejor que podemos hacer. Nadie nos compara en el impacto que generamos. Nadie piensa en el costo de oportunidad.

Trabajemos en nuestra estrategia de enfoque filantrópico. Minimicemos el costo de oportunidad de nuestra contribución social.


c_dumois@cedem.com.mx
www.cedem.com.mx
Carlos A. Dumois es Presidente y Consultor de CEDEM.
“Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.

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